miércoles, 18 de abril de 2012

Entrevista a una excelente maestra...


EL OFICIO DE ESCRIBIR PARA LA POETISA ANA CECILIA OJEDA AVELLANEDA


El 13 de abril de 2012 tuvimos la oportunidad de entrevistar a la profesora Ana Cecilia Ojeda acerca del oficio de escribir; especialista en literatura colombiana del siglo XIX, hizo un doctorado de estudios Hispánicos y Latinoamericanos en París. Allí ejerció como docente en la Universidad de Provence y en la actualidad es profesora de Literatura en la Universidad Industrial de Santander; además es directora de la línea de Investigación de Semiótica en la Escuela de Idiomas.

Entrevistador: Fabián Alberto Prada Naranjo
Profesora: Ana Cecilia Ojeda Avellaneda

INDAGAMOS ACERCA DE SU OFICIO COMO ESCRITORA…

E: ¿Cómo fue su primer encuentro con la escritura desde lo más profundo, desde lo más infante de esa experiencia?

P: Poco, poco había en mi vida de infancia que predijera la posibilidad de llegar a escribir algún día, muy poco. En términos concretos de familia, de educación, de recursos, pero creo que había mucho de la vivencia y del contacto con el mundo en mi pueblo, con la naturaleza, con la experiencia con las personas que me rodeaban. Mi propia experiencia ya poco a poco fue haciendo que el deseo de escritura anidara en mí.

E: ¿Cuál fue su primer libro (la experiencia de vida que usted nos cuenta es realmente importante para esa experiencia como escritora), pero alguna obra en particular?

P: Yo escribo poesía desde hace mucho tiempo, desde hace mucho tiempo, mi forma de expresión siempre ha sido la poesía. Pero en particular eso cristalizó en un momento en una obra que se llama palabra desplazada, que es un texto tardía, es un texto de hace ocho años más o menos, en donde hay una conjunción tanto de mi propia vida como de la vida de este país y de los problemas de este país y de las cosas que, de alguna manera, más me han preocupado, pero también que más me conmueven que más me cuestionan en relación con lo que yo creo que tengo que hacer en la vida, cuál es mi función en este mundo, cómo podemos decir lo que otros no pueden decir, cómo prestar la palabra para poder por lo menos que quede una seña, una huella frente a mucha gente que no tiene posibilidad de la palabra.

E: ¿Y además profe queremos saber, así como escritores como el uruguayo Horacio Quiroga se dejó influenciar por Édgar Allan Poe, por Maupassant, usted por quién se dejó influenciar?
(RISAS)


P: Esa es la pregunta obligada. Yo no tengo realmente una referencia específica, no tengo, no podría decir mi referencia es esta, esta, esta; creo que en ese sentido yo me dejo vivir, me dejo sentir y recibo muchas cosas y después lo que encontraran si es que vale la pena, encontrarán quien me ha influenciado. Yo me he alimentado de mi propio trabajo de investigación, me he alimentado de cursos como ustedes que han sido fundamentales en mi experiencia de vida, de la vida de la gente con la que he convivido. Entonces es muy difícil decir es tal y tal y tal, no.

E: Entonces vemos que los elementos más importantes para poder escribir van encarnados en la misma vivencia, en la misma experiencia propia. ¿Cuál ha sido el tema que usted más ha trabajado: la violencia, exaltar la cultura de un pueblo?

P: A mí desde siempre me ha interesado y eso lo descubrí cuando estaba estudiando y no aquí sino en París, lo que siempre me ha interesado es tratar de comprender cómo nos hemos construido, cuáles son los elementos que nos construyen desde adentro, desde lo más profundo, cómo es esa relación con nuestra historia, con lo que nos ha pasado, cómo lo que nos ha pasado como pueblo, como historia, cómo toda memoria la encarnamos cada uno de nosotros. Realmente lo que siempre me ha interesado es eso, tratar de entendernos profundamente, no de entendernos hacia el mundo exterior sino entender en esa relación interior y exterior cómo nos hemos construido interiormente.

E: Bueno profe usted también hace parte del grupo de trabajo de las investigaciones semióticas de la Universidad, ¿cómo usted ha encontrado ese respaldo a través de la semiótica en sus trabajos de escritura?

P: Mi relación con la semiótica es contradictoria, en el sentido de que yo llegué a la semiótica porque me tocó llegar, porque cuando llegué a la Universidad se necesitaba un director de la materia, la persona que estaba dirigiendo la maestría en semiótica se jubiló y las personas que estaban en ese momento en la escuela consideraron, bueno llegaba relativamente joven con un doctorado y consideraron que yo era la persona para estar ahí. Mi encuentro con la semiótica es ese, pero yo siempre digo que las cosas no suceden porque sí, hay razones para que las cosas sucedan y, efectivamente, en mi bagaje académico siempre ha habido la indagación por el sentido y cuando uno se encuentra con la semiótica uno se da cuenta que efectivamente todo el trabajo y toda la preocupación de la semiótica es por cómo construimos sentido los seres humanos. Entonces ahí encontré la correspondencia entre lo que la vida me propuso en ese momento y lo que encontré en la maestría y lo que yo hice cuando llegué a la maestría como yo no tenía la formación, mi formación es otra escuela, es una escuela diferente, fue sentarme con los estudiantes  que fueron entrando a la maestría y yo hice la maestría  en semiótica por lo menos dos o tres veces; no tengo el título pero yo la hice por lo menos dos o tres veces y sí siento que hay un aporte como lo hay desde otras disciplinas, no es la única, por razones específicas aquí se armó una maestría en semiótica y en ese programa nos hemos mantenido. Creo que deberíamos abrir otras posibilidades, pero ha sido un respaldo importante porque desde la maestría hemos logrado consolidar los grupos de investigación, consolidar la investigación que no necesariamente es semiótica; por ejemplo, yo creo que mi único trabajo semiótico es el que hice sobre teatro, de resto mi investigación no es semiótica, pero la maestría nos ha permitido un plataforma importante para mantener la investigación, mantener grupos y mantener un nivel académico donde uno pueda por lo menos a los estudiantes allá puedan llegar ustedes, aspiren a eso, eso es lo que tenemos.

E: ¿Cuál ha sido la función social de la universidad desde la escuela de idiomas, desde ese mismo trabajo semiótico afuera, en la calle, a la gente, a los jóvenes, a los niños, se les está haciendo un programa para incentivarlos a escribir?

P: Hemos hecho muchas cosas, desafortunadamente no se ha sistematizado todo lo que hemos hecho. No más el hecho de estarlos formando a ustedes para que vayan a ser profesores en los colegios privados o en los colegios públicos; esa es la función esencial de la escuela de idiomas formar licenciados para que después vayan. Si nosotros directamente no tenemos la incidencia en los niños, la tenemos a través de ustedes y esa es nuestra función, pero independientemente de eso nosotros hemos desarrollado trabajos con profesores, hace  unos diez años hicimos un  proyecto grande con los maestros de Santander, trabajamos más o menos con unos setecientos maestros, ese proyecto se llamó Lenguaje y Mundo y que, fue precisamente, renovaron todos los maestros que estaban haciendo el concepto y la relación con el lenguaje y nosotros fuimos a las escuelas, fuimos a los pueblos, fuimos al campo a trabajar con los maestros. De ahí nació una investigación en Lengua Materna, dejamos un rasgo muy alto en todo el departamento.

E: ¿Desde su experiencia como escritora podría decirnos algunos puntos que usted considera importantes para comenzar a escribir?

P: Yo creo que lo más importante es si la escritura es una necesidad profunda, si uno lo siente realmente desde adentro vale la pena hacerlo, si es simplemente para mostrar o hacerse famoso es otra función distinta; creo que uno en esto debe ser muy sincero, muy honesto con uno mismo, por qué escribo, para qué escribo, cuál es la razón profunda que hace que me siente a escribir algo. Otra cosa fundamental es la relación con el mundo, todo escritor escribe sobre el mundo, sobre la experiencia, es como la sensibilidad que uno tenga de los obstáculos que le ponen, porque  es de ahí que uno se alimenta de la misma vida pero también de la vida de los otros, es saber oír para después decir. 

E: ¿Esto implica leer a otros escritores?

P: Por supuesto, yo creo que existe el hombre inspirado pero no creo en la inspiración, eso no le cabe a uno, es trabajo, acumulación de lectura, de relaciones, de vida, en eso creo que todo el mundo coincide. Eso es como el cuerpo si uno no lo alimenta no hay nada que hacer y si uno lo alimenta mal se enferma, con la lectura es igual.

E: Quel sera le conseil que vous pouvez donner à quelques écrivains que sont comme nous pour exemple?

P: Avant de écrire il faut lire, il faut lire en peu, il faut étudier aussi, il faut tromper, il faut accepter que se trompe. Justement, à partir des erreurs que l’un commet est que l’un agrandi comme personne et comme écrivain.


CRÉDITOS:
ÁLIX MARTÍNEZ PÉREZ
FABIÁN PRADA NARANJO
KATHERINE RINCÓN REINA

miércoles, 28 de marzo de 2012

¿Cómo hacer pucheros? (Crónica)

¿CÓMO HACER PUCHEROS?

No he podido ir a clase por un motivo realmente valedero, excepcional y hermoso: voy a ser mamá... sin embargo, gracias a la colaboración de mi compañera Kathe estoy informada de mis deberes académicos, pues me telefonea para indicarme los trabajos que debo hacer ya que los profesores me han colaborado mucho y me han permitido estar al día con las notas.

Así, luego de una llamada, se me informa que por iniciativa del maestro Wilson, de la clase de Didáctica, cada uno hará una crónica para comentar y explicar un "cómo se hace".

Uishhh en realidad no se me ocurría nada, quería hacer algo con respecto a mi estado y, en medio de la comunicación telefónica, le digo a Kathe bromeando: "voy a hacerla acerca de cómo se hace el amor"... y ella se lo creyó!!! pero no, sólo era un chiste estúpido porque considero que escribir sobre semejante tema de pronto lo haría algún día, pero no estaría nunca completo, o más bien, aunque es un tema muy subjetivo, no sería lo suficientemente eficiente para emitir lo que en realidad es para mí tan importantísimo tema.

Pues bien, decidí esperar inspiración divina ya que no se me ocurría nada, por fortuna el texto era para dentro de unas semanas... entretanto yo pensaba en cómo sería la que ahora es la niña de mis ojos.

Entonces, mirando las fotos de mi amiga Maya, me encontré con una imagen de Mauren, su sobrina, la cual me gustó mucho:

Esa fotografía me llevó a tratar de imaginar a una tierna bebita, ami hija Violeta, en el momento futuro en que ella me hiciera pucheros.

Lo confieso, los niños me derriten, son un encanto encantador llenos de dulzura... y lo genial de ello es que lo logran mezclar perfecto con su perversidad, entre otras cosas, para lograr lo que se propongan; sin duda estos gestos serán un gran problema para mí y mis convicciones de lo que es ser una buena mamá.

Bueno, el hecho fue que esta imagen me llevó a decidirme a escribir sobre cómo se hacen pucheros... porque yo me valgo de ellos para conseguir ciertas cosillas y cuando logró lo que quiero se me forma una sonrisota en la cara.

Por ende, me dediqué a buscar el origen y el significado de esta expresión kinésica. Encontré que algunos sostienen que en la Roma Imperial solía saludarse a los niños tomándolos de las orejas, alzándolos y dándoles un beso. Esta costumbre provocaba sollozos o llantos en los chicos lo que llevó a denominar que ellos "hacían pucheros" porque resulta que el vocablo puchero proviene del latín pultarius, recipiente en el que se preparaban comidas cocidas y la comparación que se hace entre este objeto y la acción de los niños radica en que al cocinar se levantaban las ollas tomándolas por las asas -como a los niños por las orejas). Aunque también se encuentra la historia de que a los niños se les reprende tirándoles las orejas (como el agarre del pultarius) y ello era el inicio del llanto.

Bien, ahora que he visto a mi Violeta hacer pucheros, trataré de especificar los pasos de cómo se hacen:

1°. Debe haber un objetivo específico, un interés inmediato. (En el caso de la fotografía anterior: comer).

2°. Se fruncen las cejas, gesto que se hace a la par con poner la boca como si se tuviera pico de pato, es decir, estirarla haciendo como si se fuera a dar un beso; o lo más común: cubrir el labio superior con el inferior, exagerando el muestreo del labio que queda a la vista.

3°. Y no menos importante, poner la mirada que se conoce como "de perrito regaña'o" es decir, fijar la vista en el objetivo, en la cara de la otra persona y echarle una mirada profunda nostálgica y melancólica... si se es muy difícil fingir este tipo de mirada, lo mejor será rememorar un instante triste, pues la tristeza pasará en el mismo momento en que se logre el cometido.

En caso tal de que el puchero sea por un sufrimiento real, bastan tres formas: tener a alguien al lado para evitar un llanto futuro... un abrazo, un beso o una palabra sincera y de comprensión. Caminar, estando solo se repiensen las causales y se consigue tranquilidad. O seguir con el siguiente paso que es llorar para desahogarse. Estas acciones pueden mejorar las cosas.

En fin… ya sea por gustos, preferencias o deseos, un puchero es un gesto funcional, en el caso de los bebés por ejemplo, es un excelente medio de comunicación que uno como madre debe detallar para evitar llantos al suplir una necesidad básica, porque si no es comida, es abrigo,  si no es abrigo, es la limpieza de la colita, si no es la limpieza de la colita cambiando el pañal, es un relajante baño para dormir y si no son ningunas de las anteriores… ¡a buscar ayuda!







Nota: información tomada de "Significado y origen de expresiones famosas. Aprendiendo más. URL: http://significadoyorigen.wordpress.com/2010/05/03/hacer-pucheros.






Imitación a Irving Penn

La real...



La mala imitación...


RETRATOS



















sábado, 3 de marzo de 2012

Crónica de una mujer trabajadora que estudia...

Muchos pensamos en aquellos estudiantes que valiente y admirablemente trabajan para ayudarse en su progreso... pero ¿qué hay de aquellas personas que por falta de oportunidades no pueden estudiar y tienen que trabajar, pasando sus aprendizajes académicos a segundo plano? Pues bien, la siguiente es la historia de Rita, una mujer de Coromoro, un pueblo de Santander.

Ella estudió hasta quinto primaria en una escuela de su lugar natal; y desde esa época hasta ahora, tiene 26 años, no había podido volver a un aula de clase. Para su infortunio ya ha pasado mucho tiempo y no puede comenzar desde cero... y ahora sólo puede pensar en trabajar para sus dos hijos. Sin embargo, para ella nunca es tarde y ha decidido estudiar para buscar un mejor porvenir... ha decidido validar porque, según ella, necesita el cartón de bachiller. Ahora, ha comenzado a estudiar cada domingo en un colegio semestralizado de aquí, de Bucaramanga. Por tanto, trabaja de lunes a sábado y estudia cada ocho días.

Hablando con ella una tarde, me doy cuenta de su desencanto con este sistema educativo, se queja de la profesora, de la calidad académica y de la exigencia para con las personas que son como ella, que vienen del campo y que hace mucho tiempo no tienen relación con temas de estudio... es impotente oírla hablar tan desencantada del estudio, dice que no entiende nada, que nada se le graba; incluso me dijo: "Señora Álix, es que yo quería preguntarle algo" y yo "Claro Rita, dígame" y me sorprendió al preguntarme: ¿vusté sabe si vendan algún remedio para la cabeza, es que nada nada se me grava...? y yo la miré y le dije: mire Rita, para que se le grave algo no hay ningún remedio de droguería, la idea no es que usted mecanice todo al pie de la letra cuando estudia, de memoria y sin comprender. La idea es que usted entienda cómo se hace o cómo es lo que le enseñan para que así, al analizar el cómo, se va a acuerde con mayor facilidad. Y, ella: "jummm, pero eso es más difícil". Entonces, le dije que de todos modos, repasara algo de lo que le enseñaban todos los días, que leyera así fuera media hora. Y decidí tratar de ayudarle en lo que fuera posible.

En fin... recuerdo que estaba súper preocupada porque vio dos clases de biología y de matemáticas y ya tendría un examen de la fotosíntesis y de la recta numérica; temas que no comprendía. Sólo pensaba en que iba a perder la platica... lo que no pensaba es que a ese tipo de instituciones educativas no les interesa la persona como estudiante, sino como cliente... qué triste.

Es increíble la falta de ética que manejan estos establecimientos. Ni siquiera se toman la tarea de hacer un análisis de cómo se encuentran los estudiantes, para partir de sus saberes y así complementarles sus aprendizajes. Lo peor de todo es que, en algunas ocasiones, según la protagonista de esta historia, hay una solo profesora para dos salones, lo que hace que la clase sea interrumpida en ocasiones mientras la maestra corre de un lado a otro. ¿A dónde se llegara con esta falta de valor educativo? y mientras tanto, ellos se aprovechan de la necesidad que tienen personas como Rita para tratar de ofrecerles algo mejor a sus retoños; mientras que hayan clientes para ello... el negocito no se acabará, cobrarán dinero por un título de bachiller que no es justificado académicamente y, además, las personas no desarrollarán sus verdaderas capacidades con ayuda de profesionales. ¡Bonita la cosa!

Álix Martínez.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Mis fotos...

Atardecer (Plano medio, tensión inferior derecha, armonía, espontaneidad, asimetría, profundidad, difusión, abstracción, tono cálido) 


Paisaje (Plano general, equilibrio: verticalidad-horizontalidad, yuxtaposición, tensión y peso central, atracción y agrupamiento en los extremos)
Fresa generacional (Plano entero, contraste verde-rojo, peso central, armonía, yuxtaposición, reticencia, coherencia, sencillez)
El rey escorpión (Plano central, contraste café-blanco, neutralidad, realismo, ambigüedad, tensión diagonal )















Inspiración en Chema Madoz, gran fotógrafo que se caracteriza por captar en sus imágenes, con su estilo único, la invitación a una amplia reflexión.

Floreciendo...
Aeroplano natural...

Te siento, te veo...
Miniciudad...
Montaña pelusona...


viernes, 20 de enero de 2012

Un trabajo inusual: ser un Transformer colombiano (Crónica)


Wow!! Para aquellos que somos apasionados por los vehículos y a quienes nos gustan las películas de efectos especiales, tecnológicos y de fantasía...  







El anterior video me motivó a dar a conocer una experiencia de vida interesante, luego de una propuesta hecha por mi profe Wilson Gómez para crear una crónica que llamara la atención en cuanto a algún empleo inusual;  pensaba y pesaba qué sería bueno tratar, algo poco común y que despertara mi interés, hasta que por fin, haciendo zaping, vi un canal informativo bogotano donde me tope con la historia que cuenta una original y difícil forma de conseguir unos pesos de más, sin duda despertó mi curiosidad.

Se trata de Luis René Cruz, un mesero colombiano de treinta y cinco años, quien reside en Bogotá y tiene una familia que lo motiva todos los días a realizar sus ideas en pro del bienestar de todos. Empieza el reportaje diciendo aquel hombre: "Nadie me podía entender, pasó mes y medio y mi esposa ya le empezó a ver forma al proyecto, yo lo llamaba Proyecto Transformers"... sí, en honor a la película dirigida por Michael Bay y producida por Steven Spielberg basada en una marca de juguetes de Hasbro y en un conjunto de series de animación japonesas del mismo nombre, film que estuvo nominado a tres premios Óscar: mejores efectos especiales, efectos de sonido y sonido; la cual fue estrenada en Estados Unidos el 4 de julio de 2007 y tuvo su continuidad con Transformers: la venganza de los caídos, película de 2009 y una tercera estrenada en 2011 con título Transformers: El lado oscuro de la luna, de los mismos creadores, trío de obras cinematográficas exitosamente recibidas a nivel mundial.

Don Luis continúo: "No, yo quería algo distinto, algo que.. que se quedara en la mente de la gente, que se quedara pensando -oiga qué cosa tan buena, y que le comente a los demás" y vaya que lo consiguió, a tal punto de recibir buenas críticas que, en parte, han sido la gratificación a tanto esfuerzo en el desempeño de tal actividad, porque digo ¡Hace falta tener un excelente físico para cargar todo ese equipo encima, con el fin de que su labor sea reconocida! Yo le llamo a eso tener pasión por lo propuesto, berraquera como decimos aquí en Santander, y este señor lo demuestra a tal punto que dice: "Soy mitad hombre, mitad robot", reiterando "Yo soy Fénix, porque el robot se llama Fénix"; definitivamente la entrega a su trabajo es innegable, además debe reconocerse que pararse en un semáforo a esperar que su remuneración sea proporcional a su ingenio significa tener una seguridad absoluta desde el punto de vista de saber que lo que él hace no lo hace cualquiera y que, como según se dice en la noticia, gana más que en su otro trabajo.

Definitivamente para mí es un hombre ingenioso, teniendo en cuenta la situación actual del país, donde las oportunidades son escasas. Creo que no soy la única que piensa así, dicho por sus propias palabras:  "De cien personas que me ven, noventa y nueve me aplauden, noventa y nueve felicitan, noventa y nueve dicen que por eso es que Colombia es un país que sale adelante" ... Claro porque a pesar de tanta corrupción, robos y fraudes bajo el control de unos cuantos que tienen el poder, le tocó así, ajustarse a la situación de subsistir y no de vivir disfrutando de un hermoso país y de las ventajas que le produciría su inteligencia si sus circunstancias fueran otras.

En fin, Don Luis habla con tanto amor de su labor, que logra que me interese por lo que hace, él continúa: "Mi Transformer básicamente está hecho de cartón, pero por dentro tiene que tener una estructura especial, tiene que ser reforzado, con material... materiales que sean ligeros, que no vayan a causarme daño, ¿cierto?, la pintura tiene que ser especial también", así, con orgullo, habla de su trabajo, de lo que se dedica para tratar de mejorar las cosas; pero eso sí, los materiales, la hechura de sus Autobots, el sonido, sus efectos ¡son realmente parecidos a los de la ficción! y es que eso tiene su ciencia, porque la característica principal de ésta línea es que las piezas del juguete pueden cambiar de posición al punto que pasa de ser vehículo, un  dispositivo o un animal a un robot y viceversa.  

Para adicionarle encanto al asunto dice el señor Transformer Fénix: "Mi auto no trabaja ni con corriente, menos con premium, ACPM ni gasolina; solamente con jugo de lulu, jugo de piña y jugo de mora hecho por mi esposa en la casa", un combustible económico que le da la energía suficiente para terminar su día de transformaciones y continuar su noche de atención al cliente como mesero; comentario que me lleva a cuestionarme ¿y si los automóviles en realidad funcionaran con jugo de fruta natural? jummmm desde luego ya no habrían árboles frutales o quedarían unos cuantos en reserva y me imagino el costo altísimo de sus frutos... en fin. 

Casi terminándose aquel reportaje dice la siguiente sentencia: "En mi familia ya no me tildan de loco, me tildan de ingenioso, pero los ingeniosos tenemos algo de locura porque nosotros podemos hacer lo imposible... posible" y, como ya sabemos, raro no es que al principio haya sido así, extraño no es que a aquellos que quieran romper con la cotidianidad y traspasar los límites paradigmáticos de la sociedad se les trate de personas de poco juicio, disparatadas o imprudentes; menos que después de ver resultados positivos o favorables ahí sí adulen. En realidad es admirable su actitud o ¿aptitud?, más bien ambas, porque tal como dicen los eslóganes publicitarios de los juguetes incita a ir más allá, a admirar "Más de lo que ven tus ojos" comportándose este hombre como los "Robots en disfraz".

Para concluir, se nota la esperanza e ilusión en sus palabras: "Yo le digo: mire, yo sé que mi Robot nos va a ayudar, yo sé que... vamos a comprar una casa". Quién sabe cuándo sea eso, cuánto se demore Don Luis en lograr su cometido, pero lo que sí sé es que en realidad este es un trabajo inusual, infrecuente pero muy original.  

miércoles, 18 de enero de 2012

Rumbo a la universidad... (Crónica)

Después de mi terrible experiencia utilizando el medio de transporte  símbolo de progreso en la ciudad bonita, Metrolínea, decidí que es menos peor tomar el bus urbano... a costo de quince minutos más de dolor de espalda; porque como lo indica el lema del nuevo Sistema Integrado de Transporte Masivo, sí, “nos mueve” pero en total hacinamiento, en medio de malos olores y sudor, que en cada estación se triplican, además del peligro que pueden correr los pasajeros situados al lado de la ventana y quienes están en la puerta, o puede salirse o bien quedar colgando de este innovador e incómodo servicio público.



1
 

  
    vs.
2
    Así, cada vez que me dirijo desde mi hogar, en el sur de Bucaramanga, hacia mi universidad: la UIS, llegando al norte, lo hago en la ruta de Cañaveral que me pasea casi de extremo a extremo por mi ciudad natal.

3
Ese miércoles desperté, me bañé, me arreglé, desayuné junto al amor de mi vida y salí como de costumbre para ir a clase de diez. Pero al terminar de bajar los cinco pisos, desde una considerable distancia vi cómo venía y así mismo cómo se iba la única ruta que pasa por el conjunto cada veinte minutos, que por fortuna me lleva cerca de mi alma máter. Lo malo fue que salí en el tiempo justo y debía esperar el siguiente bus, ¡juemadre! ¡voy a llegar tarde! 



4
En medio de mi impotencia decidí caminar pausadamente siguiendo la ruta mientras se pasaba el tiempo para la llegada del otro bus, así pasó, hice un poco de ejercicio tan recomendable en mi estado, tomé por fin el bus y me senté de lado de la ventana compartiendo puesto con una señora que se veía muy seria. Por cierto, como dicen vulgarmente, se me murieron todos los parásitos y amebas del susto tan tenaz porque ese conductor parecía en una carrera de Nascar, ñaaaaaaaaaaaaaaa, no bajaba la velocidad ni en las curvas y yo no sabía si sentirme aliviada porque no iba a llegar tan tarde o bajarme corriendo al verme expuesta bajo la responsabilidad de ese inconsciente.
Por suerte, bajó la velocidad cuando pasamos por los lados del Éxito Oriental, allí había un puesto de control y el chofer alcanzó el tiempo promedio que debería llevar en esa zona, lo que hizo que ahora sí manejara como un ser humano con raciocinio. Subían y bajaban pasajeros, yo sentía en mi rostro el delicioso aire fresco sin tanta polución porque por detrás del estadio de atletismo de la flora no hay congestión.

5
Luego de un rato se subió una vendedora ambulante ofreciendo varitas de incienso, una señora bien vestida, peinada, con aspecto casual de mujer emprendedora dispuesta a no dejar pasar hambre a sus hijos, uno puede notar eso en su semblante y yo lo corroboré en su monólogo de madre cabeza de hogar desempleada y sin oportunidades, donde se notó el claro amor por sus hijos, no sé si fue por mi estado de mujer gestante, a lo mejor, pero yo le creí en medio de su trato respetuoso de amigos y en su falta de tono monótono que tiene los vendedores ambulantes que lo hacen de forma mecánica y aburridora, cero convincente. Lo que me molestó es que la señora que iba a mi lado no se tomó la molestia ni de decirle –no, gracias sino que la ignoró como si no existiera, le volteó la cara y la dejó con la mano extendida y la palabra en la boca. No hay derecho, pienso que con un gesto de negación con su cabeza hubiera sido diferente la cosa.      
En fin, le compré una caja de incienso de canela porque me encanta esa fragancia y la admiré por no dejarse vencer ante cualquiera que sea su situación problema.

Yendo por la carrera treinta y tres miro el reloj, me doy cuenta de que ya era hora de la clase y me faltaban todavía como veinte minutos de camino, curiosamente los que tuve que esperar por no salir un minuto antes. Alcancé a escuchar de fondo la emisora que encendió el conductor y me pareció extraño que no fuera aquella en la que suena un estruendoso pito de tractomula, tan preferida por los conductores de bus urbano de la ciudad, no se entendía mucho de aquella información que se debatía pero al escuchar el nombre de Samuel Moreno Rojas, el hermano de un ex-alcalde de Bucaramanga,  supe que hablaban de política y corrupción. Luego, tras de un “quedamos atentos” acompañado de noticias internacionales se finalizaba el programa informativo de la F.M.

¡Muchísimas gracias! gritó la mujer vendedora de incienso mientras se bajaba a seguir su rutina de trabajo, mientras yo miraba por la ventana, en espera de algún suceso anormal en medio de la cotidianidad citadina, y es que en un recorrido de cuarenta y cinco minutos pueden suceder mil cosas, lo difícil es que note al menos una, porque normalmente soy muy distraída y relajada.     

Cuando llegué a mi destino y me disponía a bajarme, eché un vistazo y me di cuenta que después de haber estado lleno el bus, mas no repleto, sólo quedaba un pasajero ¡claro! con ese recorrido tan largo era de esperarse que quien lo soportara, como yo, ya era por pura y física necesidad. Caminé las cuatro cuadras para llegar a la U, triste notar que lo primero que se ve es una tanqueta de la SMAD y a todos esos hombres parados ahí, perdiendo su tiempo, su vida, aunque si no pensaron en estudiar ¿qué se les puede pedir?

Al fin, luego de tomarme un vaso de naranjada, llego tarde a seguir mi academia. 

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Imagen 4 tomada de:  http://3dicom.wordpress.com/
Imagen 6 tomada de: http://www.cernea.net/?p=2381