jueves, 25 de agosto de 2011

Decálogo para el aprovechamiento de las TIC's en el aula

Idea de Johan Ferrés "Educar en una cultura del espectáculo", Editorial PAIDÓS.

1. Como navegantes. En la convivencia de la cultura oficial y la del espectáculo hay una interacción actual con estudiantes a los que resulta complicado motivar. Gracias a la evolución de las tecnologías de información y comunicación y su fácil acceso, la realidad se ha hecho parte del show, además, como lo menciona Ferrés, "la omnipresencia de las cámaras ha transformado el mundo entero en un inmenso plató" donde todo el mundo se cree artista. Entonces, en el perfil de la cultura popular que nace, la imagen se convierte en el referente que hay que  reproducir en la vida cotidiana, pasando esta a segundo plano donde importa más el ser que el parecer. Por ello, para la tecnología debe consagrarse un análisis detallado de los cinco rasgos que la definen: potenciación de lo sensorial, de lo narrativo, de lo dinámico, de lo emotivo y de lo sensorial; un claro ejemplo son los videojuegos. Los docentes se enfrentan a este mar de información evolutiva a partir de lo clásico, entonces como buenos navegantes deben saber surcar entre tormenta y calma para llegar al destino propuesto y disfrutar del viaje.

2. Como antenas. Por lo anteriormente descrito, se hace necesaria la idea de mantenerse en sintonía, en conexión con las nuevas generaciones ya  que el educador es un comunicador y debe estar en constante interacción con el receptor y sus gustos, preferencias o lo que le incomode. Es aquí, donde Ferrés alude al ser humano como ecosistema microcósmico dentro de otros y relacionado con ellos, si uno se altera, los demás también. Bien, las invensiones electrónicas pasan a ser extensiones para facilitar acciones, como la biométrica, dentro de la iconosfera, es decir, el ambiente pleno de imágenes visuales y sonoras, mediante modificaciones en cuanto a la frecuencia de onda perceptiva, mental y aptitudinal (capacidad, zapping, herramientas, déficit, respuesta y responsabilidad. Entonces, pilas pues a pulir esa transmisión y recepción de mensajes para que la comunicación sea eficiente y eficaz, no sólo entre alumnos y maestros sino en toda la comunidad educativa, es decir, en todas partes.

3. Ante la adversidad. Según algunos apocalípticos, como los llama Ferrés, se avecina un naufragio; la crisi cultural como pérdida de valores ante el supuesto desastre inevitable por la sensorialidad, el dinamismo y la hipertrófia emotiva. Se dice que hay una hiperestimulación sensorial contra la racionalidad, siendo el impacto sensorial tan intenso que lleva a enervar, debilitar y hacer menos activa y eficaz la conciencia y a la razón. Lo que causa adiestración, control, privilegio del mostrar frente al decir y hacer. Entonces, lo audiovisual y la ausencia de simbolismo y la dimensión física como uno de los componentes del símbolo impulsan el ataque contra la autonomía, hay supresión de reflexión frente a la criticidad ante la realidad y el mundo objetivo, prima por ello el deseo y la ejecución por su causa. Queda así, a los maestros valerse de esas armas, aprender a utilizarlas y aplicarlas de manera que sean una herramienta más en el campo de la enseñanza-aprendizaje; buscar un punto equilibrio entre la adaptación y la exigencia de mantener la cultura oficial.


4. El "conflicto". De lo inevitable a lo provechoso, clave para actuar de manera inteligente ante la nueva situación: cultura oficial vs. cultura popular. Cabe mencionar aquí las palabras de Jean Paul Sartre "la esencia de las relaciones entre las conciencias es el conflicto", siendo inevitable en toda experiencia de maduración y crecimiento. La resolución del conflicto, que pone de manifiesto el grado de madurez y desarrollo, 

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